domingo, 4 de abril de 2010

Semana Santa



‘Algún día en alguna parte’, el blog de un lector exquisito, que llega habitualmente a mi correo desde Málaga, tiene en sus últimas entradas, algunos textos que desearía compartir. El de José Saramago, podría ser uno de ellos, en los que habla de Jesús de Nazaret y que por sus manera de expresarse, generó cierta polémica y se dice que tiene cierta ‘audacia crítica sobre la historia sagrada’.

En 1992, el gobierno conservador de Aníbal Cavaco Silva, impidió que ‘El Evangelio según Jesucristo’ concurriera al Premio Europeo de Literatura, pues consideraba que el libro en cuestión "ataca principios que tienen que ver con el patrimonio religioso de los cristianos". Esa fue, según dicen, una de las razones fundamentales para que Saramago se fuera de Lisboa a Lanzarote, su actual lugar de residencia y autoexilio.

No es mi deseo polemizar desde este blog, si tomar un párrafo, con objetividad y después como siempre, cada uno saca sus propias conclusiones, para después leer historias tradicionales de esta conmemoración.

Dijo Saramago: “Jesús muere, muere, y ya va dejando la vida, cuando de pronto el cielo se abre de par en par por encima de su cabeza, y Dios aparece, vestido como estuvo en la barca, y su voz resuena por toda la tierra diciendo, Tú eres mi Hijo muy amado, en ti pongo toda mi complacencia.”

Semana Santa en el Mundo
Amor y devoción, son la fuerza interior con la que millones de personas en el mundo expresan su fe durante la Conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. Cada sitio tiene su manera particular de trascender con ceremonias populares de gran exaltación.

El Viernes Santo, a lo largo de la Vía Dolorosa de la ciudad vieja de Jerusalén, cientos de cristianos la recorrieron cargando cruces de madera para recordar la pasión de Cristo en las catorce estaciones del Vía Crucis.

Los ritos se iniciaron a primera hora de la mañana con una misa en el Santo Sepulcro en la que se celebró la Pasión del Señor, una liturgia que se vivía horas antes en la iglesia de Getsemaní y de madrugada en diversas iglesias de la Ciudad Santa como la Casa de San Simeón y Santa Ana, Nuestra Señora de Jerusalén, la Iglesia de los Cruzados o la Abadía de Latrún.

Cientos de cristianos recorrieron este Viernes Santo la Vía Dolorosa de la ciudad vieja de Jerusalén cargando cruces de madera para recordar la pasión de Cristo en las catorce estaciones del Vía Crucis.
Los ritos se iniciaron a primera hora de la mañana con una misa en el Santo Sepulcro en la que se celebró la Pasión del Señor, una liturgia que se vivía horas antes en la iglesia de Getsemaní y de madrugada en diversas iglesias de la Ciudad Santa como la Casa de San Simeón y Santa Ana, Nuestra Señora de Jerusalén, la Iglesia de los Cruzados o la Abadía de Latrún.

Al mediodía en el pretorio, comenzó la procesión franciscana. Según la tradición, en la primer estación, el procurador romano Poncio Pilatos dictó la sentencia de muerte de Jesús mientras se lavaba las manos.
Desde allí decenas de frailes, "boyscouts" y cientos de peregrinos se apretujaron para avanzar por la empedrada Vía Dolorosa recordando con letanías y plegarias los momentos del camino hacia el calvario que marcan los evangelios, entonando cánticos y rezando en español, italiano, latín e inglés.
En la segunda estación se recordó el momento en que colocaron a Jesús una corona de espinas, mientras que las dos siguientes marcaron su primera caída cargando la cruz y su encuentro con su madre, María.

En la quinta se rememoró cuando Simón de Cirineo tomó la cruz de Jesús, mientas que en la siguiente, la Casa de Santa Verónica, se evocó el acto de ésta de limpiar el sudor y sangre de Jesús, y en la séptima estación se marcó la segunda caída.

Confluyen allí varias procesiones y muchos fieles. En muchos casos las extremas medidas de seguridad impiden el paso por algunas estaciones. Este año, a la octava, que recuerda el momento en que Jesús pide a las mujeres que no lloren por él, por lo que los fieles siguieron directamente hasta la basílica del Santo Sepulcro, que acoge las últimas seis estaciones hasta el Calvario.

En el acceso a la basílica, en la que se trata de garantizar que no haya incidentes, se encuentran los lugares en los que la tradición ubica el Gólgota -donde se levantó la cruz-, la piedra de la unción y la tumba de Cristo.
Las celebraciones del Viernes Santo finalizaron con la escenificación de los frailes franciscanos en el Santo Sepulcro del momento en el que se descuelga a Jesús de la cruz, se le embalsama en la piedra de la unción y, posteriormente, se le inhuma en la tumba de José de Arimatea.

Agradecimiento

Sin detallar como cada región conmemora estas fechas, quisiera desde este espacio, agradecer a todos los que me han acompañado en esta propuesta.

Un saludo especial


Además, desearles una Feliz Pascua, a la par de la familia y los que aman.

Afectuosamente. María Evelia- Domingo 4.04.2010-7.25 am

2 comentarios:

  1. Gracias por la mención a este "exquisito lector" (no me considero tal) que dice (no) llamarse "Alguien". Un placer pasar por aquí y conocer tus diversos espacios de expresión. Enhorabuena por todos sus proyectos.

    Un saludo,

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  2. Bueno. Aún no voy a descansar y veo la hora en San Luis: 6.40. Revisando el blog, leo el comentario que agradezco. Continúo leyendo cada nota. Miramos en la misma dirección, que no es poco.
    Estoy aprendiendo y esto es un nuevo mundo que se abre y veo con mmucho agrado.
    Hay más en http://abaloriospoeticos.blogspot.com y otro que le sigue.
    Gracias y éxitos!

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